Fragmentos

Las horas pasaron, interminables, y nosotros, cuando pudimos, nos escondimos de la humanidad, de los compañeros y la complicidad de las ideas. Horas que beso a beso destruyeron el silencio, y yo ya no fui más ese soldado perdido en un pasado que nadie escucha. Ya no fui más aquel vagabundo sin recuerdos